¿SABEMOS DIFERENCIAR UN PRODUCTO ECOLÓGICO DE UNO CONVENCIONAL?

¿SABEMOS DIFERENCIAR UN PRODUCTO ECOLÓGICO DE UNO CONVENCIONAL?

¿Sabemos realmente diferenciar un producto ecológico de uno convencional?

 

Cada vez somos más los que buscando una alimentación de calidad apostamos fuertemente por productos ecológicos que nos garanticen un consumo saludable y sin riesgos. Sin embargo, podemos encontrarnos con alimentos que a priori parecen ser ecológicos por anunciarse como tal pero que realmente no lo son.

El Reglamento Europeo (CE) nº 834/2007 del Consejo, de 28 de Junio de 2007, referente a la producción y etiquetado de productos ecológicos especifica en su artículo 23 las palabras protegidas por ley a la hora de etiquetar productos ecológicos, sirviendo éstas (junto al sello pertinente que ahora analizaremos) de garantía para asegurarnos la compra de alimentos orgánicos. Para España son los siguientes:

  • Ecológico
  • Biológico
  • Eco
  • Bio

Además, para estar 100% seguros que estamos ante un producto de alimentación ecológica debemos fijarnos siempre en el logotipo o logotipos que nos encontramos en su envase. Por norma general, cuando compramos en España debemos fijarnos siempre en un logo rectangular con una espiga de estrellas blanca y fondo verde (conocido como la “eurohoja”).También podemos encontrarnos este logo en fondo negro o blanco.

Este logo informa tanto del organismo público que certifica este producto como de su origen y es una garantía para el consumidor de que dicho producto ha sido elaborado siguiendo unos criterios comunes de producción ecológica estipulados para toda la Unión Europea. Garantizamos que conseguir este sello no es nada fácil y mantenerlo requiere de pasar un control exhaustivo por parte de los organismos pertinentes (en España suelen hacerlo Consejos o Comités de Agricultura independientes de las Comunidades Autónomas).

Es común que los productos orgánicos incluyan otros logos que complementan el envase y etiquetado de sus productos, pero siempre deben de tener la conocida como “eurohoja”.

En conclusión, para asegurarnos que estamos ante un producto 100% BIO no basta con que lo ponga en su etiquetado como tal, sino que debe ir acompañado como mínimo del logo europeo.